La manera en la que respiramos puede tener un gran impacto en nuestra salud física y dental.
El cuerpo está diseñado para respirar predominantemente por la nariz, ésta, filtra las partículas y microbios del medio ambiente y humedece y calienta el aire para que éste llegue a los pulmones en condiciones ideales.
Peeero…por una razón u otra hay muchas personas que respiran por la boca en vez de hacerlo por las fosas nasales .Es verdad que las personas podemos respirar por la boca en momentos determinados – como cuando hacemos ejercicio – pero hacerlo de forma habitual es considerado científicamente como una disfunción por hábito.
La respiración bucal durante la etapa de crecimiento en un niño se asocia con la aparición de problemas dentales como alteraciones en el desarrollo y forma de los huesos de la cara, mandíbula y apiñamiento dentario.
CAUSAS
El síndrome de respiración bucal se debe a que existe una dificultad para respirar por la nariz, que puede ser causada por distintos factores, algunos de ellos:
- Alergias crónicas
- Hipertrofia de las amígdalas y adenoides
- Pólipos nasales
- Tabique nasal desviado
- resfriados crónicos
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Malos hábitos alimenticios y de succión excesiva de chupete o dedo
SIGNOS Y SÍNTOMAS
- Cara larga y estrecha.
- Ronquidos/apnea durante el sueño.
- Sonrisa gingival.
- Xerostomía o boca seca.
- Gingivitis.
- Ojeras.
- Labio superior corto.
- Deglución atípica.
- Falta de atención o retraso en el colegio.
CONSECUENCIAS
Entre otras:
- Ronquidos o apnea durante el sueño.
- Falta de desarrollo de los huesos faciales.
- Apiñamiento dentario.
- Cansancio o fatiga crónica.
- Existe un menos aporte de oxígeno.
- Bajo rendimiento intelectual.
- Mala calidad del sueño.
- Desórdenes posturales.
- Alteración de la flora bacteriana con mayor incidencia de caries.
- Sinusitis, otitis.
- Dificultad con la alimentación.
tratamiento
El primer paso es eliminar el factor causal de la respiración bucal, y posteriormente rehabilitar la musculatura realizando ejercicios funcionales para fortalecer los músculos periorales. De esta manera, se promueve el cierre de los labios. Los ejercicios respiratorios también son muy importantes, ya que el paciente está acostumbrado a respirar por la boca y debe aprender a hacerlo por la nariz.
Debe hacerse un tratamiento multidiciplinar que combine Otorrinolaringólogo, Logopeda, Pediatra y Ortodoncista.