GRACIAS A SU RESISTENCIA Y PRECIO MÁS ASEQUIBLE CON RESPECTO A OTRO TIPO DE CORONAS, SIGUE SIENDO UNA DE LAS OPCIONES DE TRATAMIENTO MÁS DEMANDADAS POR LOS PACIENTES.

 

Ya de su nombre podemos deducir que este tipo de rehabilitaciones están formadas por dos materiales : un núcleo metálico que luego va recubierto por varias capas de cerámica.

 

Corona metal-cerámica

 

El núcleo interno puede estar fabricado en varias aleaciones metálicas, las más habituales son de  Cromo-Cobalto y Cromo-Níquel, aunque también pueden ser de Oro o Titanio. Debido a que es muy común que el Níquel provoque reacciones alérgicas en personas sensibles, cuando hablamos de metalcerámica nos referiremos a las aleaciones Cr-Co.

 

Indicaciones:

  • Reemplazar obturaciones de gran tamaño cuando no queda suficiente estructura dentaria.
  • Reparar un diente fracturado.
  • Evitar que un diente debilitado se fracture.
  • Rehabilitaciones sobre implantes.
  • Ideal para rehabilitar sectores posteriores donde las fuerzas de masticación.
  • Se pueden realizar coronas individuales, puentes y arcadas completas.

 

Ventajas:

  • Resistencia y robustez.
  • Menor coste económico.
  • Rehabilitación de la anatomía dental.

 

Desventajas:

  • El metal puede provocar reacciones alérgicas, sobretodo la aleción con Níquel.
  • Menos estéticas que las coronas de porcelana sin metal o zirconia.
  • Efecto sombra: El color gris oscuro del metal se puede transparentar a través de la encía o puede exponerse debido al paso del tiempo. No indicadas para dientes situados en zona estética.